COMUNICADO DE PRENSA
A LOS TRABAJADORES Y A LOS MIEMBOS DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA DEL CHACO
Los trabajadores de la Asamblea de Escuelas- Docentes de Base repudiamos la visita a la provincia del Chaco, del Ministro de Educación de la Nación Alberto Sileoni. Éste es un ministro de Educación sin ninguna escuela del país a cargo, eso sí con dinero del presupuesto nacional y divisas de las partidas que destinan organismos internacionales para condicionar la educación argentina en abundancia. Así cualquiera es ministro: poca responsabilidad pedagógica y mucho dinero en los bolsillos, para recorrer provincias, llevar computadoras de regalo y hablarnos de los magníficos beneficios que nos brinda el proyecto educativo nacional que no es ni más ni menos que el que comenzó a proyectarse en la época del menemato en los ´90.
En una reunión con bombos y platillos, se armó una mesa con el gobernador Capitanich, el Ministro de Educación de la provincia, Romero, y con los chupamedias de siempre como público. No hicieron más que repetir sus típicas mentiras. Hablaron de “contrato pedagógico”, de “inclusión educativa”, de “revalorización del rol docente”. El cararrota del Mtro. Romero dijo: “están dadas las condiciones para que todos vayan al aula”.
Sin embargo, los trabajadores vivimos una realidad muy diferente de la que pintan sus dichos.
Las condiciones en que enseñamos y aprenden nuestros jóvenes son desastrosas. Las escuelas se caen a pedazos, sin electricidad ni agua, con baños que no funcionan, superpobladas y con bancos insuficientes, sin material de estudios. ¿De qué inclusión podemos hablar en esta situación?
El sueldo de los docentes, viene congelado desde hace dos años. Solo pudimos conseguir unos magros aumentos, migajas que la inflación se llevó como un tsunami. Hoy el básico está apenas por sobre la línea de pobreza y tenemos casi la mitad del salario en negro. Intentan enfrentarnos con el resto de la sociedad con el planteo de que somos los únicos responsables de la crisis que sufre la educación. Cuando reclamamos y hacemos huelga, nos persiguen y hasta nos descuentan los días de paro. ¿Esto es revalorizar el rol docente?
El estado maneja millones de pesos de presupuesto y anuncia obras faraónicas. Pero no vemos que algo cambie en las escuelas. El sostenimiento de los edificios se recuesta cada vez más en el aporte que hacemos las familias y los trabajadores, que ponemos de nuestros flacos bolsillos lo que el gobierno mezquina. El sistema de becas ha desaparecido. Los comedores reciben unos pocos centavos por día para cada chico. Hay una escuela para los hijos de los funcionarios, privada, y una escuela para los hijos de los trabajadores, que el estado está vaciando. ¿Podemos pensar en firmar un nuevo contrato con estos delincuentes?
Los docentes de base, todos los días nos esforzamos por cumplir con nuestro trabajo, para aportar a mejorar la sociedad.
Sabemos que no podemos confiar en el gobierno ni en los sindicatos obsecuentes.
Nos estamos juntando escuela por escuela, en Resistencia y en el interior. Salimos a la calle, nos convocamos a las plazas con nuestras familias, con los estudiantes, con sus padres. Nos encontramos con los otros empleados estatales en las movilizaciones.
Recuperamos una expresión de lucha tradicional de los docentes: la marcha de antorchas. Esta semana volvemos a concentrarnos en la plaza central de Resistencia. Invitamos a todos nuestros colegas y a los miembros de la comunidad educativa a sumarse.
Tenemos en claro lo que necesitamos. Un salario igual a la canasta familiar, escuelas en condiciones dignas, sistema universal de becas estudiantiles, trabajo genuino para los padres de los estudiantes.